Seba era intocable. Así como lo vi y flasheé Bill Weasley, seguí de largo: además de ser “el que me gusta” de Dani, estaba enganchadísimo con una piba de España que venía prometiendo venirse a vivir a Argentina desde 1810 (spoiler: la odiamos). Pasó un año de reuniones con esta gente, la mayoría de las cuales me tenían a mí abandonando la casa a la 1 am (me iba a buscar mi mamá) y a Seba a la misma hora (se iba a bailar a The End).
*8 MESES DESPUÉS…*
Se viene mi fiesta de egresados y, si bien no éramos íntimos amigos (no coincidíamos mucho en la joda), cuando invito a los Okupas solo vienen tres: Fabri, Dami y Seba. Después de un año de compartir grupo y de hablar cada tanto -él como el pibe que vivía de joda y yo como la más joven a la que había que cuidar del grupo-, cae a mi fiesta de egresados y por alguna razón se queda conmigo toda la noche. Literal al lado mío, con un brazo sobre mi hombro la mayor parte del tiempo, charlando de la vida cuando yo no estaba bailando o más bebida que fernet con coca.
Ese verano, Seba empezó a quedarse más tiempo en las reuniones a las que venía. Dani ya estaba en la suya (salía con otra gente y parecía que se había olvidado del crush) y yo empezaba a salir hasta más tarde. Con Seba estábamos cada vez más pegados en modo *amistad*, siempre sentados al lado en las cenas o intercambiando abrazos inocentemente, pero cada vez más cerca.
Cuando la primera persona del grupo nos vio como algo más, me agarró y me dijo: “tené cuidado que Seba solo quiere ¢#%@, después te va a dejar llorando”. Pero nosotros solo éramos amigos, así que no había peligro de nada. Yo iba a seguir mirando para otro lado porque 1) Seba era de Dani. 2) Seba solo quería ¢#%@. 3) Éramos amigos!
Una noche de enero salió la oportunidad de juntarnos en lo de Seba y yo fui con Dani. Antes de la reunión, estábamos en su habitación hablando de amiga más grande tipo “hermana mayor” a amiga más chica e ingenua. Ella, entre otras cosas, me contó que ya no le gustaba Seba. “Para mí era como un pedazo de carne, quería comérmelo y sacarme las ganas, pero, ya estoy en otra. ¿A vos te gusta?”
Ay, Elis chibi… cuidado con lo que contestás.