La vuelta a lo de mi amiga fue rara, ella no hablaba mucho pero yo asumí que era x sueño. En ese momento hablábamos por SMS y Messenger, y cuando llegué a casa había un mensaje esperándome en MSN: “Hola, preciosa” *SWOON*
Para quienes preguntaron: antes del beso no habíamos hablado nada y todo se dio muy naturalmente. Fue como algo instintivo pero en ningún momento tuvimos una conversación previa en plan de “hoy nos vamos besar”.
En las semanas que pasaron, con Seba arreglamos para vernos (era todo muy raro porque nunca habíamos estado solos y era como conocernos de nuevo) y el grupo volvió a la normalidad. Pero en una conversación entre las dos, mi amiga me recordó la charla que habíamos tenido y me dijo que al final no estaba tan preparada para verme con Seba. OUCH.
Hasta el día de hoy, todavía no sé si es porque no estaba -tan- dormida después de todo y nos vio o porque se arrepintió en otro momento. Pero con Seba ya nos habíamos visto, nuestra química era x1000 y queríamos seguir viéndonos.
Yo no tenía experiencia manejando esas cosas, así que agarré a Caro, mi amiga “grande”, y le pregunté qué opinaba de todo a modo hipotético: “¿Y si pasara algo con Seba…?” Ella me dijo que NO me metiera en esa, que yo era muy inexperta y que Seba me iba a dar vuelta como una media y dejarme llorando. Bueno.
Como además de inexperta era una romántica, no le hice caso y seguimos hablando. Casi todo era por chat de MSN o Yahoo! (para que el grupo no nos viera conectados). Él era una persona completamente distinta a la que yo conocía entre amigos: el chico que iba a bailar y tenía barba + remera de ACDC me decía “princesa”, y cuando le conté lo que me pasaba con el grupo y que todavía no quería blanquear que estábamos en algo no salió corriendo, sino que me dijo que igual no quería frenar lo que habíamos empezado, así que podíamos hacer la nuestra sin decirle a nadie.
Durante ese mes hubo como 4 reuniones. En cada una actuábamos como si no pasara nada, solo cruzábamos alguna mirada y él me agarraba la mano cuando nadie estaba mirando. ¡La de veces que fuimos juntos a agarrar de a una gaseosa para chapar detrás de las góndolas del Jumbo! Jajaja.