Romancelis 9: Marry me Juliet, you’ll never have to be alone

Me encantaría hacerte una temporada del Romancelis por cada año que vivimos juntos, pero -por suerte- nuestra convivencia no fue ni dramática ni una montaña rusa como habían sido los primeros años de la relación: Seba tiene el mismo trabajo desde 2006, yo finalmente pude probar todas las carreras que quería, trabajé durante 3 años en Visa viajando de acá para allá (trayéndole un montón de comida rica) y salimos mucho a comer, algo que hizo que la ropa nos apretara a los dos pero por motivos nobles como una picadita.

Yo venía cansándome del tipo de trabajo en Visa (me divertía enseñar pero no el tema) y como todas las cosas lindas de mi vida tienen que ver con este Romancelis, a principios de 2015 Seba empezó a frecuentar un grupo de videojuegos en el que estaba un chico que era editor en la revista LA COSA. Por la típica “es la novia de un amigo” nos conectamos en redes, este chico a quien llamaremos ELEBAINI (:D) leyó algunos de mis tweets sobre cultura pop y le preguntó a Seba si me gustaría escribir en una web de cine.

¡Sí! El Romancelis también me conectó con el medio en el que iba a descubrir mi amor por las redes sociales, crear contenido digital y las entrevistas a gente tan hermosa que fue desde Alexander Skårsgard hasta Octavia Spencer (¡y Eddie Redmayne!)! Gracias a esa conexión, a La Cosa y a mi futuro trabajo en los medios iba a viajar aún más por el mundo y conocer a la mayoría de ustedes, reconectar con mi amor por la comunicación, empezar mi newsletter, aprender a grabarme en videos y hasta conocer a la seguidora (ahora amiga) que me iba a comentar de un trabajo en Facebook ideal para mí! ¿Pueden creer que todo gira en torno a esta historia? <3

2015 era también el año en el que iba a cumplir uno de mis grandes sueños. Yo tenía algo pendiente desde el momento en el que me fui de mi casa y antes de continuar nuestros otros planes con Seba, teníamos muchísimas ganas de llevar a mi hermana menor a Disney. Por eso, para sus 15 años organizamos el viaje en el que Seba finalmente haría su gran propuesta (¡y Pauli sacaría la foto sin saber nada de lo que se venía!)

Antes de pasar al relato de cómo Seba planeó todo (algo de lo que yo me voy a enterar hoy con ustedes), les cuento que una noche antes de viajar fuimos los 2 a celebrar tomando unas pintas en Temple y me puse -un poco- en pedo. La cerveza artesanal siempre me empeda, jajaja. La cosa es que en medio del pedo le dije que ya llevábamos 12 años juntos y que era como Sirius Black que dice “I did my waiting! 12 YEARS OF IT!” JAJAJAJAJA QUÉ LE PASABA A LA ELI BORRACHA¿¿???? Y me puse a llorar en el bar diciéndole que seguro él no se quería casar conmigo porque básicamente todos esos traumas que salen cuando tomás unas pintas honeys de más. ¿Y Seba? Seba consolándome mientras ya tenía el anillo en la valija.

ESTE TEXTO ES DE SEBA 

Yo tuve siempre esa la piedra que nos encontramos en la calle durante nuestros primeros meses de novizgo guardada en una lata de River donde con Eli solíamos tener moneditas brillantes y nuevas. Esa lata había quedado en mi casa de Ciudadela. Nosotros teníamos planeado el viaje y ya habíamos hablado de casarnos, así que pensé: ¿Qué mejor lugar que Disney? Encima lo teníamos planeado para una fecha ligeramente diferente, y yo averigüé qué iba a haber durante esa fecha y encontré que era cerca del cumpleaños de Walt Disney, pero no exactamente en la fecha que habíamos pensado, así que tuve que convencer a Eli de cambiarla: aproveché que íbamos a estar en el mejor lugar del mundo para que también fuera una fecha que tuviera significado. Por suerte estábamos planeando el viaje con tiempo porque el proceso me llevó mucho tiempo. La piedra era una piedra grande, y como yo tenía una idea de hacer algo de Disney, la mayoría de los lugares que recorrí me la rechazaban, diciéndome que era una piedra para hacer un anillo simple o que era imposible.

Me fui quedando sin opciones de joyería cerca de mi trabajo, así que un día fui para Belgrano probablemente para encontrarme con Eli y encontré una joyería cerca del McDonalds de Olleros. Pensé que me iban a arrancar la cabeza porque era una zona re linda, entré a preguntar y los dueños eran dos viejitos re amables que cuando vieron la piedra y supieron de mi idea, se pusieron re contentos. El señor me dijo “yo voy a hacer todo lo posible para hacer esto, no te voy a rechazar porque me encanta”. La llamó a la esposa, le contó toda la historia (yo le había contado la historia de la piedra y mi promesa a Eli) y la señora estaba encantadísima. Entre los 2 me aseguraron que lo iban a hacer. Me hicieron un croquis, dijeron que iban a conseguir dos piedritas iguales para las orejas y que iban a limar apenas la piedra grande para que todo entrara. Cuando me pasaron el precio era un montón, pero era realizable… si pedía un préstamo . Y lo pedí. La cosa es que me lo hacían en un mes (yo igual lo hice con 3 meses de anticipación porque sé que llego tarde a todo y sabía que si hacía lo de siempre me iba a salir mal). Me pidieron un anillo de Eli que se lo robé de su joyero. Fui, lo llevé, tomaron la medida (Eli nunca supo de esto) y al mes me lo dieron. Era hermoso, yo tenía como idea solo un Mickey, pero ellos además le pusieron unos agujeritos con forma de Mickey a los costados “para que entre la luz y el diamante brille más”. Estaban re contentos, les pagué en efectivo y creo que me dejaron llevárselo en 2 o 3 partes.

Como llegó mucho antes de lo que yo esperaba, lo guardé en el trabajo. Me daba mucha desconfianza pero no se lo había mostrado a nadie, así que nadie sabía. Cuando ya nos estábamos por ir de viaje lo tuve que traer a casa y voló en mi valija pero después fue a mi riñonera, y me acuerdo de que Eli todo el tiempo por algún motivo quería llevarla. “Dejame que te lleve la riñonera” y yo NOOOOO. Ni a Pau se lo dije. Yo soy muy vergonzoso y no quería que hubiera mucha gente pero sí quería que fuera en la estatua porque con la fecha era más especial aún. Cerraba todo. Un par de veces antes pasamos y casi lo hago pero había mucha gente. En una fuimos a sacarnos la foto y se puso un montón de gente atrás, así que le dije “volvamos cuando haya mejor luz”. La segunda vez volvimos y Eli me dijo “me quiero sacar una yo sola”. Y recién después de esperarla pude ir yo a sentarme al lado de ella, jajaja.

— FIN DEL TEXTO DE SEBA —

Algo importante que tenés que saber (?) antes de seguir mirando las fotos es que dos semanas antes del viaje habíamos ido a Tigre y unos bichitos desconocidos me atacaron las piernas, así que en todas salgo como si tuviera VARICELA, jajaja. Ahora sí:

El 5 de diciembre fuimos a Magic Kingdom y, después de todas esas vueltas, me senté en la estatua de Walt y Mickey llamada “Partners”. Me saqué la foto sola y Seba dijo “ahora conmigo también”. Ahí, mientras yo esperaba con una sonrisa, me dijo: “Quiero aprovechar que estamos en presencia de Walt para pedirte que te cases conmigo”. Pauli no entendía nada y empezó a sacar fotos sin parar, ¡la gente aplaudía! Yo me puse a llorar y reír y reír llorando, y Seba me dijo “¿eso es un sí?”… ¡SIIIIIIIIIII!

Lloramos y para celebrar fuimos a la taberna de Gastón a tomar algo en su vaso y lo mismo en la copa de Bella: